Jorge: No creo que nadie tenga muchas ganas de hablar sobre la muerte o las enfermedades graves. En el pasado me desanimaba mucho cuando uno de mis doctores me preguntaba una y otra vez si quería o no tener RCP si me enfermara. Me daba miedo.

Pero luego, una doctora nueva me preguntó cómo quería vivir. Me preguntó qué me importaba en la vida, y qué le daba sentido a mi vida. Definitivamente es mucho más fácil pensar en cómo quiero vivir. Me resulta mucho más cómodo y fácil pensar en eso.

Elena: Porque creo que Dios está en control, al principio no veía ninguna razón para pensar en lo que más me importaba. Pero cuando tuve que tomar decisiones por mi hermano, fue mucho más fácil porque ya me había dicho lo que más le importaba a él. Esto me ayudó a mí y a sus doctores y me dejó saber a qué dedicar mis oraciones.

Voy a hacer lo mismo por mi persona decisora y dejarle saber qué es lo importante para mí.

Diego: Sé que algunas personas piensan en lo que quieren de la vida. Pero yo no. Entonces cuando mi doctor me preguntó qué era lo más importante en mi vida, no se me ocurrió nada. El doctor explicó que esta información lo ayudaría a cuidarme mejor.

Al principio me resultó muy incómodo. Pero lo pensé, y me di cuenta de que vivir solo era lo más importante para mí. Sabiendo eso, pude decírselo a mi doctor.