Felipe: Hace tiempo que he estado muy enfermo, y ahora mi cuerpo está dejando de funcionar. Le dije a mi doctor que no quería una máquina para respirar ni compresiones en el pecho, ni ninguna cosa de ese tipo para prolongar mi vida. Lo que más me importa es estar cómodo. Sin embargo, mi esposa le dijo a mi doctor que, ya que es mi persona decisora, ella le pediría que usara la máquina para respirar si él considerara que me ayudaría a vivir más tiempo, aunque sólo sea por unos pocos días. El doctor quedó sorprendido y preocupado, y hablamos sobre el tema.

Podría haber encontrado a otra persona decisora que seguiría mis deseos exactos, pero en su lugar decidí darle a mi esposa flexibilidad total para trabajar con mis doctores y tomar las decisiones que considera mejor para mí en ese momento, aunque no sean las decisiones que yo hubiera querido para mí en el pasado. No quiero que se sienta mal o culpable por ninguna de las decisiones que pueda tener que tomar por mí.

Al darle flexibilidad total, espero que las cosas sean más fáciles para ella.

Cintia: Mi esposo es mi persona decisora. Y le di flexibilidad limitada para tomar decisiones médicas por mí. Flexibilidad limitada significa que está bien que use mis deseos como una guía general para tomar decisiones. Sabe que yo estaría dispuesta a probar tratamientos para seguir con vida si los doctores creyeran que fuera lo mejor para mí en ese momento, PERO, si llego a tener el mal de Alzheimer como mi mamá – si no tengo más memoria, no puedo reconocer a mi familia y mis amigos y no puedo alimentarme – pues, para mí esa no es una vida que valga la pena. Si estoy en esa situación, no quiero que me coloquen un tubo de alimentación. Simplemente quiero morir de forma natural como lo hizo mi mamá cuando finalmente le quitamos el tubo de alimentación.

Mi esposo sabe que tiene flexibilidad para tomar decisiones sobre otras cosas, pero también sabe que si tengo el mal de Alzheimer no debe cambiar nunca mi decisión sobre el tubo de alimentación.

Linda: Mi enfermedad de pulmón ha empeorado mucho, tengo una infección tras otra, y sé que mi cuerpo está dejando de funcionar. Estuve conectada a una máquina para respirar una vez y sólo me dejó más débil. Entonces le dije a mi familia que nunca quería volver a estar conectada a una máquina para respirar. Y que no quería volver al hospital. Quiero que mis doctores y enfermeras de cuidados paliativos me traten y me mantengan cómoda en mi casa.

Mis hijos se pusieron muy mal cuando les hable sobre este tema, pero como ya vi a mi hermana pasar por esto, sé que no quiero estar conectada a máquinas para mantenerme con vida. Firmé papeles que indican esto.

Pero aún me preocupa que mis hijos intenten mantenerme con vida bajo cualquier circunstancia, y no quiero eso. Entonces les dije a mi doctor y a mis hijos que quiero que sigan mis deseos exactos, sin excepciones.